Bamidbar
El deseo egoísta
El dios que persigue el corazón egoísta es un dios hechura de sus manos y diseño de sus mentes, un dios que existe específicamente para satisfacer sus deseos más egoístas y banales, de allí la palabra plegaria, que es un ruego humilde para pedir algo, y para nada más, para pedir, ya que su dios es un dios que está a su servicio, para satisfacer sus necesidades, como un genio de una lámpara mágica. En estos sistemas religiosos todo gira alrededor de las necesidades del hombre y de un dios que las abastece.