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Nos acercamos a Yom Kipur, un día de expiación nacional, el día estipulado por el Eterno para que el pueblo de Israel y todos sus allegados justos alcance el perdón de sus pecados como nación.  Un día donde según las Escrituras, tenemos que afligir nuestras almas para buscar ese perdón.

Recordemos que cuando estaba el Templo de pié, era el Templo por medio del oficio sacerdotal, sobre el que caían todos los castigos merecidos por el pecado del pueblo, o sea el Templo amortiguaba el castigo, el Templo era el lugar no solo donde el hombre llevaba su culpa y alcanzaba el perdón, sino que también era el lugar por medio del cual el Eterno limpiaba al pueblo de su pecado, pero ahora que no hay Templo, es el Mashiaj por medio del cual ahora el pueblo puede alcanzar ese perdón y esa limpieza, como lo dice el Zohar.

Mientras Israel se hallaba en Tierra Santa, evitaba todas las malas enfermedades y aflicciones del mundo mediante el servicio y los sacrificios del Templo. Ahora es el Mesías el medio de que la humanidad las aleje hasta el tiempo en que el hombre abandona este mundo…

El Mesías, por su parte, entra en cierta Sala en el Jardín del Edén, llamada la Sala de los Afligidos. Allí se lamenta por las enfermedades y dolores y sufrimientos de Israel, y pide que se abatan sobre él, cosa que hacen. Y si no fuera que éI de esta manera alivia la. carga de Israel, tomándola él mismo, nadie podría resistir los sufrimientos que afectan a Israel como expiación por su descuido de la Torá.  Así, la Escritura dice: “Seguramente él ha llevado nuestros padecimientos…”

Zohar, volumen 4, sección Vayakel

Ahora bien, sabemos y entendemos que sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecados, como la propia Torá lo dice.

Lev 17:11 Porque la vida de la carne está en la sangre, y Yo os la he dado para hacer expiación sobre el Altar por vuestras almas, porque es la sangre, en razón de la vida, la que hace expiación.

Y en este Yom Kipur que se avecina, ¿Con qué sangre pretendemos expiar nuestros pecados como pueblo? Si no hay un Templo dentro del cual podemos sacrificar un cordero con las características y especificaciones que la Torá da, ¿Con qué sangre? No hay valor en afligir nuestras almas en este Yom Kipur sin sangre para la expiación de nuestros pecados.  El judaísmo lo sabe, y por eso algunas sectas ortodoxas sacrifican unos gallos, y se los pasan dando vueltas sobre sus cabezas, para poder alcanzar su perdón, porque la Torá lo dice, y es claro para todo hebreo, sin derramamiento de sangre, no hay remisión de pecados.

EL CORDERO DE YHWH

Para todos nosotros, a los que el Eterno nos ha revelado la identidad de Su hijo, Su Majestad Yeshua, como el Mashiaj ben Iosef, como el cordero que El proveyó para que con su sacrificio podamos contar con sangre apta para la expiación de nuestros pecados y la limpieza de nuestra maldad, para todos nosotros si hay sangre con la cual podemos acercarnos, para expiar nuestros pecados.

Al igual que El proveyó un cordero a Avraham Aveinu, y ese cordero significó la vida de Yitzjak y la revalidación de las promesas y pactos dados a él y a su simiente, de esa misma manera, el cordero de YHWH provisto para estos tiempos, es Su Majestad Yeshua, y el derramamiento de su sangre significa vida para nosotros, y el cumplimiento de las promesas dadas a nuestro padre Avraham y a nosotros por medio del Mashiaj.

En este Yom Kipur, acerquémonos confiados delante de la Corte Celestial, que nos ha citado este 10 del séptimo mes, aflijamos nuestras almas y busquemos el perdón de nuestros pecados, pero tomando esa sangre derramada por el Cordero perfecto de YHWH para el perdón de nuestros pecados, entonces obtendremos la vida, y el Mashiaj cargará sobre él, todos nuestros castigos, y por su sangre seremos perdonados, para que se cumpla lo dicho por el profeta.

Isa 53:4 Él mismo cargó con nuestras enfermedades y llevó nuestros dolores; Y nosotros lo consideramos como herido, azotado y humillado por’ Elohim.

Isa 53:5 Pero Él fue traspasado por nuestras transgresiones, Molido por nuestros pecados. El precio de nuestra paz cayó sobre él, Y por su herida fuimos sanados.

Isa 53:6 Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, Cada cual se apartó por su camino, Pero YHVH cargó en Él el pecado de todos nosotros.

Isa 53:7 Siendo oprimido (aunque fue Él quien se humilló a sí mismo), No abrió su boca; Como cordero fue llevado al matadero, Y como la oveja enmudece ante sus trasquiladores, Así no abrió su boca;

Isa 53:8 Con violencia, mediante juicio, fue quitado, Y de su generación, ¿quién consideró que fue cortado de la tierra de los vivientes y llagado por la trasgresión de mi pueblo?

Isa 53:9 Y dispusieron su sepultura con los impíos, Pero con el rico fue su tumba. Y aunque nunca hizo maldad ni hubo engaño en su boca,

Isa 53:10 Plugo a YHVH quebrantarlo y someterlo a padecimiento. Cuando se haya puesto su vida en sacrificio expiatorio, verá a su descendencia, Vivirá por días sin fin, y la voluntad de YHVH triunfará en su mano.

Isa 53:11 Gracias a la aflicción de su alma, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento, mi Siervo, el Justo, justificará a muchos, Y cargará con los pecados de ellos.

Que la misericordia y benignidad del Eterno permanezca sobre cada uno de ustedes y sobre todo el pueblo en este día del perdón, y que todo decreto negativo sobre nosotros, sea eliminado con el perdón de nuestros pecados, y por el poder redentor de esa sangre Real que fue derramada para tal efecto.

R. Yehuda ben Israel