En el mundo material el acto de dar es simultáneo al de recibir, es más, nadie puede decir que ha dado algo sin que la otra parte la reciba. Pero en el mundo espiritual no es igual, en el mundo espiritual se puede dar algo sin alguien lo reciba simultáneamente, pueden pasar días o años hasta que alguien pueda recibir lo que se dio hace mucho tiempo.
En un día como este Shabuot que se aproxima, hace muchos años la Torá fue entregada en el monte Sinaí, pero hasta ahora el pueblo no la ha podido recibir, en cada festividad de Shabuot, el pueblo de Israel tiene la oportunidad de recibir lo que fue dado hace muchos años y ese es el verdadero objetivo de la festividad, que todo hombre que fue liberado en Hag Hamatzot se disponga en su corazón a ser una vasija apta para poder recibir en Shabuot la Torá.
LA CLAVE ESTA EN LA VASIJA
La kabalá nos enseña que para que la vasija sea un kli para or que proviene del Ein Sof, la clave está en el deseo de la vasija, ese deseo tiene que ser el correcto para que la vasija sea llenada por esa luz (or), de lo contrario si or se aproxima a la vasija, ésta se quebrará por no tener el deseo correcto.
Sal 95:10 Durante cuarenta años estuve disgustado con aquella generación, Y dije: Es un pueblo que divaga en su corazón, Y no han conocido mis caminos;
Sal 95:11 Por tanto, juré en mi ira Que no entrarían en mi reposo.
La verdadera espiritualidad de la Torá, debe purificar el deseo del pueblo, debe ayudar a las personas para que con el deseo correcto se aproxima a la festividad de Shabuot, porque es allí en ese día, donde se tiene la oportunidad de recibir todo lo que el Eterno ya ha dado desde hace mucho tiempo para su pueblo y para la humanidad.
En estos tiempos, por medio de Su Majestad Yeshua como el Mashiaj ben Iosef el Eterno ya lo ha dado todo, no hay que pedir nada más, pues si ya dio a su hijo, ¿habrá algo más que se necesitemos?.
El ya lo ha dado todo, solo nos queda a nosotros ser vasijas aptas para recibir todo lo que Él ha dado, y así no perezcamos como nuestros padres que quedaron postrados en el desierto por no ser vasijas aptas (kli). R. Yehuda ben Israel