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Leer la Parasha y Haftara Shelaj

Bamidvar 13:30-33

30 Caleb silenció al pueblo delante de Moshé y dijo: “Ciertamente ascenderemos y la conquistaremos, pues ciertamente somos capaces de hacerlo!”.

31 Pero los hombres que habían ascendido con él dijeron: “No podemos ascender a ese pueblo, pues es demasiado fuerte para nosotros”.

32 Trajeron a los hijos de Israel un mal informe de la Tierra que habían espiado, diciendo: “La Tierra por la que pasamos para espiarla, devora a sus habitantes! Todas las personas que allí vimos eran enormes!

33 Allí vimos a los Nefilim, los hijos de entre los Nefilim, éramos como saltamontes a nuestros ojos, y también a los ojos de ellos”.

Tenemos que hacer una diferencia entre la Realidad y nuestra percepción de ella, nuestra percepción de la realidad depende de los medios con que lo analizamos, los sentidos, nuestra educación, experiencia, cultura y en último caso nuestros objetivos serán los que determinarán nuestra percepción de la Realidad.

Solo esa diferenciación permitirá estar alertas, para que algún día podamos rebasar la subjetividad, fortaleciendo y educándonos para refinar y mejorar los medios que utilizamos para nuestro análisis de la Realidad.

El objetivo será en definitiva lo que determinará nuestra apreciación de la Realidad, vemos y entendemos lo que queremos ver y entender y nada más allá de eso, y hacemos de nuestra apreciación de la Realidad nuestra verdad, válida para nosotros y para todo el mundo, “éramos como saltamontes a nuestros ojos, y también a los ojos de ellos”.

Información Codificada

Todo lo que perciben nuestros sentidos es solo un medio por el cual recibimos información de la Realidad, los sentidos solo nos presentan una impresión externa de información que debe ser correctamente procesada y decodificada para una correcta apreciación de la Realidad, para pasar de lo subjetivo a lo objetivo.

Un ejemplo claro de lo que queremos explicar aquí lo es una transmisión de radio, la estación de radio transmite la voz del locutor y toda la música por medio de una senal portadora, que puede ser el caso de una frecuencia de 98 MHz, el equipo de transmisión electrónico codifica todo lo que se quiere transmitir y lo pone en la frecuencia portadora, por medio de la cual se transmite la señal a una potencia establecida, esta señal es recibida por aparatos no solo con la capacidad de recibir la señal portadora que es de 98 MHz, sino también con la capacidad de decodificar toda la información dentro de esa señal.

Lo que nosotros buscamos en el dial de la radio es la señal portadora de información, sea esta 98.1 MHz, 106.5 MHz, etc., son solo señales portadoras de información, y la radio receptora tiene la capacidad de decodificar la información que la estación de radio codificó, y entonces podemos escuchar todo lo que se está transmitiendo.

Si un aparato receptor pierde su capacidad de decodificar la información dentro de la señal portadora de información, y solo recibe la señal portadora pero no puede decodificar la información dentro de ella, lo único que escuchará es ruido, una señal confusa y molesta, muy parecido a lo que escuchamos cuando la estación de radio ha dejado de transmitir.

Es así como toda la creación genera estímulos a nuestros sentidos, nuestros sentidos son el medio por el cual recibimos información generada desde la central transmisora, desde el Atzmut.

Pero es necesaria la decodificación de toda la información que nos llega a nosotros por medio de señales portadoras que reciben nuestros sentidos, y que son recibidas por nuestra mente y corazón. Sin el conocimiento del sistema de codificación correcto, el hombre vive solamente guiado por la impresión que le dan sus sentidos, una señal para nada clara y muy confusa, y el hombre hace de esa impresión su realidad.

Revelación del sistema de codificación

La Torah revelada desde el Atzmut, por medio del estudio de la Torah, el hombre puede ir clarificando su percepción de la Realidad, dejando la primera impresión recaudada por los sentidos y así tener la opción de rebasar la subjetividad, la señal distorsionada que se tenía de la Realidad antes de conocer el sistema de codificación de información de la Realidad.

Una vida guiada por los principios y mandamientos establecidos en la Torah, establecen un sistema de codificación correcto en la mente y en el corazón del hombre, que permite que el hombre llegue a ser un receptor claro de la senal transmitida (or), haciendo que la Realidad generada desde el Atzmut y revelada por medio del Ein Sof, sea recreada y reproducida en los mundos inferiores por medio de la vida del hombre. Tal y como un radio receptor recrea y reproduce todo lo ocurrido dentro de la cabina de radio.

Calev y Yehoshua, dos ejemplos extraordinarios de la correcta apreciación de la Realidad, dos personas que lograron decodificar la información que sus sentidos recaudaron de este mundo, y no se dejaron llevar por la primera impresión que sus sentidos les dieron.

Shabat Shalom

R. Yehuda Ben Israel