Y fue la vida de Sarah cien años y veinte años y siete años; éstos fueron los años de la vida de Sarah. Y Sarah murió en Kiriat Arba, que es Jevrón en la Tierra de Canaán.
100, 20 y 7 fueron los años de la vida de Sarah, la base de estos números es: 10, 2 y 7.
10 es la base perfecta de esta creación, o sea la base decimal sobre la cual todo fue creado, según el Séfer Yetzirá. Entonces el 10×10 nos habla de una integridad consumada, que sería 100, una integridad que la Kabalá relaciona a la sefirá Kéter. Iofi (iod 10, fei 80, iod 10) en hebreo quiere decir belleza, y su valor numérico es 100; esto nos enseña que belleza desde el punto de vista hebreo no es aquello que hoy está y mañana, no; el concepto belleza no está relacionado con una imagen física temporal, sino de una integridad que trasciende el tiempo, con aquello que permanece a través del tiempo.
Belleza desde el punto de vista hebreo es aquello hermoso que sobrepasa los límites del tiempo. De allí es que las canas son hermosas para una mentalidad hebrea, por eso es que la mujer hebrea lo que más cuida y cultiva es la educación, el honor, la moralidad, la integridad y todo aquello que el tiempo fortalece y forja en lugar de deteriorar como la figura física que la mentalidad persigue y hasta idolatra.
El 2 representa la dualidad de este mundo; esto nos dice, junto a lo anterior, que la labor de Sarah dentro de la dualidad de este mundo fue perfecta y ella se mantuvo íntegra no siendo absorbida por la dualidad de este mundo. Culminando con el valor 7, que nos dice que Sarah alcanzó en su vida la perfección espiritual sobre la materia. ¿Cómo? Como mujer, como esposa, en su función como tal en este mundo.
LA MUJER NO NECESITA OBRAR COMO HOMBRE, NI HACER LAS FUNCIONES DE HOMBRE, PARA ALCANZAR LA PERFECCIÓN EN ESTE MUNDO, SU PERFECCIÓN ES ALCANZADA PRECISAMENTE SIENDO MUJER, CUMPLIENDO SU FUNCIÓN COMO MUJER.
Dijo YHWH Elohím: No es bueno que el hombre esté solo. Le haré ayuda que esté frente a él.
Gén 2:18
La palabra traducida como “frente a él” o “idónea” es “Négued”, que literalmente significa opuesta; y eso nos muestra una función real que la mujer debe realizar para con su esposo, una contraparte que el hombre necesita para alcanzar su objetivo. La mujer hermosa y virtuosa es aquella que alcanzando ella la perfección espiritual en este mundo lleva a su esposo a esa perfección, por caminos de justicia y santidad, o dicho de otra manera, ayudando a su esposo a caminar en justicia y santidad ella alcanza su perfección en este mundo.
La expresión “detrás de una gran hombre hay una gran mujer” se refiere a que si hay un buen o gran hombre, es porque tiene una gran mujer que ha podido hacer que el hombre saque lo mejor de él, por eso es un gran hombre.
Su marido es respetado en la puerta, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra.
Pro 31:23
Esa labor femenina en este mundo está basada en un principio sin el cual ninguna mujer puede cumplir a tal grado de ser llamado mujer idónea.
Engañosa es la gracia y fugaz la hermosura, Pero la mujer que teme a YHWH, ésa será alabada.
Pro 31:30
Este temor al Eterno es lo único que puede guiar a una mujer con sabiduría en su crecimiento espiritual, la instrucción de Torá para esa mujer es vital; por eso si no la encuentra en su marido, quien debe de proveerla al hogar, debe ser provista directamente por un maestro de Torá. Pero sin esa instrucción la mujer está limitada a funcionar basada en sus sentidos, sentidos que la limitan para percibir la Realidad.
Shabat Shalom.
R. Yehuda ben Israel