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En la celebración de los 8 días de Januka siempre hay un día que es Rosh Jodesh, Rosh Jodesh del 10 mes. Este Rosh Jodesh del 10mo mes es especial, por estar dentro de la celebración Januka, en Januka recordamos los milagros del Eterno sobre nuestras vidas, pero por sobre todo, como lo dijimos este Shabat, nosotros somos ese milagro, nosotros mismos somos el milagro de un templo purificado y re dedicado para YHWH Tzebaot, un templo que había sido profanado, impurificado con lo más abominable de los males, la mentira, invadido por un espíritu que se hizo pasar por Elohim, pero no era Elohim, que con gran señal de poder y milagros mentirosos se opuso a todo lo que era de Elohim y digno de culto, apartándonos de la verdad, la Torá del Eterno, y conduciéndonos por un camino de muerte, éramos un templo sin Elohim, estábamos sin esperanza, sin pactos, sin promesas. Pero El Eterno hizo un milagro, con Su Majestad Yeshua se peleó una batalla sin precedentes, retomando el dominio y la autoridad perdida hasta ese momento, y el Eterno entrego en sus manos a sus enemigos, y por medio de él, el Eterno limpió, purificó y re dedicó nuestras vidas para El, iluminó nuestras vidas con la Verdad, Su Torá, obró un milagro en nuestras vidas.

El Milagro

Aquellos que no lo buscábamos…Lo encontramos, los que no eran pueblo, ahora son llamados “HIJOS DEL ALTÍSIMO”, y ahora El nos trajo a sus pactos, y con esperanza y promesas ahora educamos a nuestros hijos en una nueva vida, una vida de Luz y Verdad, una vida dentro de su Torá.

Encendamos las luces de Januka, recordando que nosotros somos ese milagro, ese milagro de la dedicación de un Templo, de la purificación de lo que antes era inmundo y profano, y lo que ha sido limpiado y purificado debe crecer, después de un nuevo nacimiento como el de la luna nueva, debemos crecer y crecer en justicia y santidad, debemos iluminar cada día más como la luna, como la janukilla que encendemos en nuestros hogares estos ocho días de Januka, cada día ilumina más, porque cada día encendemos una nueva luz que ayer estaba apagada.

Que prontamente y en nuestros días, nuestros hermanos de Judá reconozcan que el milagro que ellos anuncian en Januka, somos nosotros. Baruj Hashem

Yehuda Ben Israel