Leer la Parasha y Haftara Tzaria
Lev 13:3 Y el sacerdote examinará la llaga en la piel de la carne: si el vello que hay en la llaga se ha vuelto blanco, y la llaga aparece más hundida que la piel de su carne, es llaga de lepra (tzaraat). El sacerdote lo reconocerá y lo declarará inmundo.
¿QUE ES EL TZARAAT?
Tzaraat es la enfermedad y Metzorá (que es el nombre de la siguiente parashá) es la persona que porta la enfermedad. Esta enfermedad aunque se ha traducido como lepra no lo es, La lepra es una enfermedad infecciosa, de nula transmisibilidad cuando está debidamente tratada, producida por la bacteria Mycobacterium leprae y Mycobacterium lepromatosis,[1] [2] descubierta como agente causal del mal por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen, debido a lo cual se los denomina, respectivamente, enfermedad de Hansen a una, y bacilo de Hansen a la otra.
En cambio Tzaría es una enfermedad de origen espiritual, esto está basado en tres pilares.
- El enfermo es llevado al Sumo Sacerdote, quién era el que determinaba su estado de metzorá y el de limpio cuando sanaba, no era un rofé o doctor.
- La enfermedad se extendía a las ropas y casas de los enfermos, algo que el bacilo de Hansen no puede hacer.
- A Miriam hermana de Moshé, fue castigada con esta enfermedad por su lengua maligna. (Bamidvar 12:1-10)
Este es el sustento para entender que tzaría es una enfermedad provocada por una actitud egoísta, más específicamente por practicar lashon jará, la manifestación de esta actitud que es la tzaria, ésta solo se manifestó mientras el Tabernáculo estaba en pié, debido a la manifestación de santidad tan grande que había allí, que cualquier cosa falta resaltaba a la vista de cualquier persona.
RESUMEN_
TZARIA ES LA MANIFESTACIÓN FÍSICA DE UNA ACTITUD EGOÍSTA, EL METZORA QUEDABA IMPURO POR DECRETO SACERDOTAL. SUS INTERACCION CON LO SANTO QUEDABA LIMITADA O NULA POR SU CONDICIÓN DE METZORA.
Y hoy en día aunque no hay templo físico para que se evidencia este tipo de enfermedad, la falta egoísta que la provocaba que como el caso de Miriam fue la lengua maligan o Lashon Hará, es aún un mal que tiene sus consecuencias, tan grabes como antes, aunque no se manifiesta como una enfermedad.
LASHON HARA (lengua mala)
Gén 2:7 Entonces YHWH Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Onkelos en su traducción al Arameo lo traduce como “un ser parlante”, dicha interpretación manifiesta que para este sabio, la diferencia del hombre ante las demás creaturas era su capacidad de expresarse por medio de la palabra.
Esto es más que hablar, debido a que el alma emana luz desde lo más sublime de ella, lo que se le llama corazón, luz que es analizada por el intelecto, generando pensamientos, pensamientos que son expresados por medio de la palabra. De esa manera el hombre manifiesta en ese mundo material algo que emana desde lo más sublime de su alma, el corazón.
Si para Onkelos esto es lo que hacía del hombre una creatura hecha a imagen y semejanza del Eterno, esto nos puede llevar a la conclusión que el poder creativo y transformador del Eterno, quién creó todo de la nada por medio de Su Palabra, Onkelos lo ve reproducido en el hombre, por su capacidad de expresase por medio de la palabra, de allí que las propias Escrituras le adjudiquen a la palara del hombre un gran poder.
Pro 18:21 La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.
Esto es porque el alma es infinita, es de origen Divino y comparte en alguna medida esa naturaleza, de allí procede su poder constructivo o destructivo por medio de la palabra. La paz y la violencia son dos extremos a donde la palabra puede llevar al hombre en cuestión de segundos.
Pro 15:1 La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.
Nuestro Mashiaj dijo:
Mat 12:33 Haced el árbol bueno y su fruto bueno, o haced el árbol malo y su fruto malo, porque por el fruto es conocido el árbol.
Mat 12:34 ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar cosas buenas siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Mat 12:35 El hombre bueno, del tesoro bueno saca cosas buenas; y el hombre malo, del tesoro malo saca cosas malas.
Mat 12:36 Y Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio,
Mat 12:37 porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado.
Esto nos confirma lo explicado anteriormente, que la palabra manifiesta la naturaleza interna del alma, una palabra buena solo puede salir de un corazón bueno, y la mala solo puede venir de un corazón malo. De allí que el hermano del Señor fuera tan tajante en cuanto a lashon hará (lengua maligna).
Stg 1:26 Si alguno piensa ser religioso y no refrena su lengua, antes engaña su corazón, y la religión del tal es vana.
Si a esto le sumamos lo que dijo nuestro Mesías: “Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” entenderemos que nuestras palabras no solo manifiestan lo que verdaderamente somos, sino que también son elemento de juicio en el Trono Celestial.
Así que como hemos visto en otros estudios, cuando hemos dicho que la verdadera espiritualidad tiene como objetivo la purificación del deseo, la manifestación de esa purificación es la palabra, por lo tanto, nuestras palabras son el termómetro que mide si nuestra labor espiritual está cumpliendo su objetivo o no.
¿QUE ES LASHON HARA?
Literalmente es “lengua mala” y se refiere a las palabras del hombre que hacen daño y de allí su naturaleza mala, lashon hará muchas veces utiliza la verdad para herir, la verdad en manos de lashon hará solo es una jeringa que es utilizada para envenenar.
De la maldad del corazón del hombre sale una luz, la cual esa analizada por el intelecto, generando pensamientos, los cuales producen palabras malignas que provocan daño a otras y a la misma persona que las ha pronunciado.
Mentira, calumnia, chisme, palabras airadas, verdades fuera de lugar o innecesarias, etc.
Sal 15:1 Oh YHVH, ¿quién habitará en tu Tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte?
Sal 15:2 El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
Sal 15:3 El que no calumnia (ragal) con su lengua (lashon), Ni hace daño (ra) a su prójimo, Ni hace agravio (jerpa) a su conciudadano.
רָגַל
ragál
raíz primaria; andar junto a; pero solo en aplicaciones especialmente, reconocer, inspeccionar, ser un correveidile (i.e. calumniador); también (como denominativo de H7272) conducir a:- calumnia, calumniar, espía, inspeccionar, mensajero, reconocer.
חֶרְפָּה
jerpá
de H2778; contumelia, desgracia, las partes pudendas:- abominación, afrenta, -ar, baldón, denuesto, deshonra, escarnio, infamia, injuriar, oprobio, reproche, vergonzoso, vergüenza.
Así que el salmista en este verso se refiere a toda persona cuyas palabras no hacen daño a su prójimo, moral, psicológica y espiritualmente, no lo avergüenzan ni lastiman en su honor, ya sea que éste se entere o no de las palabras producidas por lashon hará, ese hombre podrá habitar en al tabernáculo del Eterno.
Debido a esto es que el Rey y Sabio Shlomó aconsejó a apartarse de esas personas cuyas palabras provocan daño, pues ellas expresan la maldad que hay en los corazones de los que las pronuncian.
Pro 20:19 Quien descubre secretos levanta calumnia, No frecuentes, pues, al que abre mucho la boca.
Pro 20:20 Al que insulte a su padre o a su madre, Se le apagará su lámpara en la más densa oscuridad.
Esas palabras que el hombre pronuncia y provocan daño, es lo que designamos como lashon hará, y como lo dijimos anteriormente, estas no solo causan daño a las personas que alrededor de aquel que las pronuncia, sino a la misma persona que las pronuncia, por eso escribió el Rey Shlomó:
Pro 21:23 El que guarda su boca y su lengua, Guarda su alma de penurias.
Esas penurias que vienen a la vida del hombre sin saber él porqué vienen a su vida, lo más seguro que esas penurias son la consecuencia de la maldad que ha salido de su corazón por medio de las palabras, y aunque la persona no tenga conciencia del daño que provoca, esa ignorancia no lo exime de las consecuencias de su falta.
RASHI
Rashi enseño que lashon hará es tan poderosa que es capaz de matar a tres hombres, al que habla, al que escucha y de quién se habla.
Si el que escucha reproduce las palabras, este efecto asesino adquiere un efecto multiplicador, como el cáncer en un cuerpo que avanza y avanza hasta llevar a todo el cuerpo a la muerte. Lashon Hará puede no solo acabar con personas sino que con grupos enteros, congregaciones, comunidades y pueblos.
De esa misma manera, la buena palabra o la buena lengua “lashon hatov”, puede elevar espiritualmente no solo al hombre que las pronuncia sino a todos aquellos que las escuchan y reciben en sus corazones.
LEY DE SIMILITUD DE FORMA
Si usted regularmente se ve envuelto en chismes, calumnias, en el dime y direte de los grupos sociales que lo rodean o de los cuales usted pertenece, ponga atención, pues la ley de similitud de forma nos enseña que estamos conectados con todo aquello a lo que nos parecemos. Deberá hacer tikum (rectificación) y pedir al cielo que la maldad de su corazón le sea limpiada en ese aspecto.
Shabat Shalom!
R. Yehuda ben Israel