Bereshit 42:9 Yosef recordó los sueños que había tenido sobre ellos y les dijo: «¡Sóis espías! ¡Para ver la desnudez de la tierra habéis venido!».
La tradición nos dice que Manashe fue quien le llevo la información a Yosef de que sus hermanos habían recorrido toda la ciudad antes de llegar con él, sin embargo, como es narrado en el libro de Yashar, fue debido a que ellos lo estaban buscando por la ciudad e incluso fueron a la calle de las prostitutas, es decir a lo más bajo de Mitzrayim.
El versículo dice también que Yosef se recordó de sus sueños y debido a esto el decidió desconocerlos para hacerles pasar por todo lo que narra la Torá más adelante. El sueño al que se refiere es al de las espigas inclinándose hacia a él, pero al no estar Benyamin no se iba a cumplir entonces Yosef tenía que hacer que sus hermanos lo trajeran a él. Los sabios judíos con respecto a esto dice que el sueño no se cumpliría únicamente en el momento en que sus hermanos se inclinaran hacia Yosef, sino era el reconocimiento de la superioridad de Yosef por sobre ellos lo que haría que se cumpliera el sueño.
La historia de Yosef representa al Mashiaj de una manera metafórica, primero sus hermanos lo despreciaron, lo echaron fuera, lo dieron por muerto pero al final se darán cuenta que sigue con vida y les dará salvación. Y en ese reencuentro con el Mashiaj sus hermanos reconocerán su superioridad por sobre toda la humanidad.
Hoy en día se tiene un problema en la concepción del Mashiaj, ya que para el judaísmo es concebido como un ser humano común y corriente con su inclinación al mal y las debilidades de una persona normal, en contraste de la concepción de Efraím sobre el Mashiaj como el primogénito de la humanidad y quien es superior a todos.
Muchos dentro de los movimientos de la Torá se inclinan hacia la concepción del judaísmo acerca del Mashiaj, otros como el mesianismo se quedan con la concepción del dios hecho carne del cristianismo, pero la visión de Efraím sobre el Mashiaj es la que predica con nuestras vidas y en la que SM Yeshua vive en nuestro corazón. Para Efraím Mashiaj es un hombre como lo era Adam antes de pecar y esa naturaleza lo pone por sobre toda la humanidad en donde todos se inclinarán hacia él, cumpliendo con los sueños de Yosef.
Shabat Shalom
R. Yehuda ben Yisrael