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Leer comentario del Rabino y Parasha Vaetjanan

YESHAIA 40:1-26

Yeshaiá 40:1 ¡Consolad, consolad a mi pueblo, dice vuestro Elohim!

2 ¡Hablad al corazón de Jerusalem! ¡Gritadle que su dura milicia ha terminado, Y su culpa ha sido cancelada! Pues de mano de YHWH ha recibido el doble por sus pecados.

3 Una voz clama: ¡Preparad en el desierto el camino a YHWH! ¡Allanad en el yermo una calzada a nuestro Elohim!

4 Que los valles se levanten; Que los montes y las colinas se bajen; Que lo torcido se enderece, Y lo escabroso se allane.

5 Y se manifestará la gloria de YHWH, Y toda carne juntamente la verá, Porque la boca de YHWH lo ha dicho.

6 Una voz dice: ¡Proclama! Otra responde: ¿Qué proclamaré? Que toda carne es como hierba, Y toda su gloria como flor campestre:

7 Sécase la hierba, marchítase la flor, Cuando el aliento de YHWH sopla sobre ellos. ¡En verdad el pueblo es hierba!

8 Sécase la hierba, marchítase la flor, Pero la palabra del Elohim nuestro Permanece para siempre.

9 ¡Súbete a un monte alto, oh Sión, Anunciadora de buenas nuevas! ¡Alza fuerte tu voz, oh Jerusalem, Anunciadora de buenas nuevas! ¡Álzala, no temas! di a las ciudades de Judá: ¡Aquí está vuestro Elohim!

10 ¡Mirad: Adonay YHWH viene con poder, y su brazo manda! ¡He aquí su galardón con Él y su recompensa lo precede!

11 Como pastor apacentará su grey, Recogerá a los corderitos en sus brazos, Los llevará en su regazo, Y sustentará a las recién paridas.

12 ¿Quién midió a puñados el mar, o mensuró a palmos los cielos, o a cuartillos el polvo de la tierra? ¿Quién pesó en balanza los montes, y en báscula las colinas?

13 ¿Quién ha precisado el Espíritu de YHWH, y como consejero Suyo le ha enseñado?

14 ¿De quién tomó consejo, o quien lo instruyó, o lo adoctrinó en el camino de la justicia, o le enseñó el conocimiento, o le mostró el camino del discernimiento?

15 He aquí, las naciones le son gotas en un cubo; Valen lo que el polvillo de la balanza; Las islas le pesan lo que un grano de polvo;

16 El Líbano no basta para leña, Ni sus bestias alcanzan para el holocausto.

17 Delante de Él todas las cosas son como nada, Como cosa vana le son estimadas.

18 ¿Con quién compararéis a ’El? ¿Qué imagen le contrapondréis?

19 ¿La estatua que funde el escultor y el orfebre recubre de oro, Y el platero le suelda cadenillas de plata?                                                                                                                   20 El que es muy pobre en la ofrenda, Escoge un leño que no se pudra, Se busca un hábil tallador, Que le talle una estatua que no se mueva.

21 ¿No sabéis ni habéis oído? ¿No os lo anunciaron de antemano? ¿No lo habéis entendido desde la fundación del mundo?

22 El que se sienta sobre el círculo dela tierra, Cuyos habitantes le son como langostas; Que extendió los cielos como un velo, Y los desplegó como tienda que se habita;

23 Que reduce los príncipes a nada, Y convierte en vanidad a los jueces de la tierra:

24 Apenas plantados, apenas sembrados, Apenas arraigados en la tierra, Sopla sobre ellos, y se agostan, Y el vendaval los arrebata como paja.

25 ¿A quién me compararéis, para que me asemeje? Dice el Santo.

26 Alzad vuestros ojos a lo alto y mirad: ¿Quién creó aquello? El que saca a sus ejércitos por número, Y a cada uno llama por su nombre, Y por la grandeza de su fuerza y fortaleza de su poder Ninguno deja de presentarse.

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